Una mujer francesa, cuyo marido admitió ante el tribunal haberla drogado repetidamente para que otros hombres pudieran violarla, ha testificado sobre su terrible experiencia de años en el juicio público de 51 de sus presuntos abusadores, incluido él.
Gisele Pelicot, de 72 años, subió al estrado por primera vez en el tribunal penal de Vaucluse en Aviñón, sur de Francia, el jueves, relatando el momento de 2020 cuando la policía le mostró imágenes que revelaban una década de abuso sexual, aparentemente orquestado y filmado por su esposo.
“Mi mundo se desmoronó, todo lo que había construido con el señor Pelicot se derrumbó. Tres hijos, siete nietos… Incluso nuestros amigos nos decían que éramos la pareja perfecta”, dijo, según el periódico francés La Depeche du Midi.
Pelicot y su marido de 50 años vivían en la casa familiar en el pueblo de Mazan, en Provenza, cuando se hizo la horrible revelación del abuso, que presuntamente tuvo lugar entre 2011 y 2020.
La policía arrestó a Dominique Pelicot, de 71 años, después de que lo sorprendieran tomando fotos bajo las faldas de las mujeres en un supermercado, lo que llevó a los investigadores a buscar en su teléfono y computadora, encontrando miles de fotografías y videos de hombres que parecían violar a su esposa visiblemente drogada.
La demandante, que aceptó que se publicara su nombre completo, fue citada a la comisaría de policía de la cercana comuna de Carpentras, donde le mostraron las fotografías.
La madre de tres hijos declaró ante el tribunal que, al principio, no se reconoció. Al llegar a la tercera foto, le pidió al policía que parara. “Son escenas de violación, estoy inerte, dormida y me están violando. Violación no es la palabra correcta, es barbarie”, le había dicho.
La policía, dijo, “me salvó la vida” al investigar la computadora de su marido.
El martes, en el tercer día del juicio, su marido respondió “sí” cuando se le preguntó si era culpable de las acusaciones contra él.
El jubilado había documentado sus acciones en un disco duro en una carpeta denominada “abuso”, lo que permitió a la policía localizar a los hombres sospechosos de violarla mientras estaba drogada.
Los investigadores contaron alrededor de 200 casos de violación, la mayoría de ellos cometidos por el marido de la demandante y más de 90 por desconocidos registrados a través de un sitio web para adultos.
El demandante ha insistido en que el juicio se celebre en público, para que salgan a la luz todos los hechos del caso.
Stephane Babonneau, uno de sus dos abogados, dijo que habrá “momentos extremadamente difíciles” para ella mientras testifica.
Ella permaneció en silencio durante los primeros tres días del juicio, comunicándose a través de sus abogados.
El miércoles, los abogados de la defensa preguntaron a los investigadores si Pelicot y su marido tenían una relación libertina y si era creíble que ella no hubiera notado nada durante toda la década del abuso.
La línea de interrogatorio pareció molestarla, aunque permaneció allí cuando sus tres hijos abandonaron brevemente la sala del tribunal disgustados.
“Por supuesto que se sintió ofendida”, dijo Antoine Camus, su segundo abogado, quien dijo que su cliente había querido responder. “Sentimos que ella se movía de un lado a otro detrás de nosotros, diciendo ‘Quiero responder, sólo tengo que responder’, y le dijimos: ‘¡mañana!’”.
Dieciocho de los 51 acusados, entre ellos el marido de la demandante, se encuentran detenidos, mientras que otros 32 acusados acuden al juicio en libertad. El último, que sigue prófugo, será juzgado en ausencia.
La mayoría de los sospechosos enfrentan hasta 20 años de cárcel por violación agravada si son declarados culpables.
Se espera que el juicio dure cuatro meses, hasta el 20 de diciembre.
