Chappell Roan, una nueva sensación del pop que saltó a las listas mundiales con la canción ‘Good Luck, Babe!’, reveló, en una entrevista con el diario “The Guardian”, que pasó por muchas dificultades cuando era joven, debido a su sexualidad y el hecho de haber crecido en una familia cristiana fundamentalista.
“Estaba tan desesperada por sentirme comprendida que oculté mi lado gay”, admitió. “Me sentí muy sola. Cuando era niña, me decían que ser gay significaba ser sexy y que ser lesbiana significaba parecer un hombre. No había variedad de rareza“.
Todo esto contribuyó a perturbar su salud mental, llevándola incluso a tener pensamientos suicidas. “No me medicaron, porque eso era parte de la cultura del Medio Oeste”, explicó. “No me dijeron que me iban a buscar un psiquiatra. Me dijeron que orara porque necesitaba a Dios”.
En la misma entrevista, Roan reveló que está recibiendo apoyo psiquiátrico dos veces por semana, luego de que le diagnosticaran una depresión severa. “Pensé que no tenía depresión porque realmente no me siento triste. Pero tengo todos los síntomas”.
“Creo que fue porque vi cambiar toda mi vida. Todo lo que amo hacer ahora viene con un equipaje detrás. Si quiero ir de compras tengo que contratar un guardia de seguridad y recordar que no será una salida normal. ¿Cómo puedo hacer estas cosas de forma segura, sin ser perseguida ni acosada?”, añadió.
