No somos sólo los humanos los que sufrimos las olas de calor. Investigadores de la Universidad de Würzburg descubrieron que las altas temperaturas privan a los abejorros de su sentido del olfato y les dificultan la búsqueda de alimento.
El cambio climático está afectando a los ecosistemas de muchas maneras diferentes. Una de sus consecuencias son los periodos de calor cada vez más largos e intensos, que afectan a procesos naturales esenciales, como la polinización. Un equipo de investigadores de la Julius-Maximilians-Universität Würzburg (JMU) ha estudiado ahora con más detalle cómo afecta el calor a un actor concreto de estos procesos: el abejorro.
“Los abejorros son polinizadores importantes en los sistemas naturales y agrícolas, por lo que tienen un gran valor económico y de biodiversidad”, explica la Dra. Sabine Nooten, responsable del estudio. Estos insectos peludos también son extremadamente sensibles a los fenómenos de calor, ya que están especialmente bien adaptados a los hábitats más fríos.
El calor experimental daña a los animales
Como polinizadores, los abejorros se guían por los aromas que emiten las plantas. Estas señales químicas no solo revelan la ubicación de las plantas, sino que también contienen información sobre el estado de las flores.
En el experimento, los abejorros fueron expuestos a temperaturas de 40 grados centígrados en tubos, con graves consecuencias. “Descubrimos que el calor perjudicó significativamente la capacidad de los abejorros para detectar los aromas florales”, afirma Sabine Nooten. Prácticamente perdieron el sentido del olfato.
En las obreras se observaron deterioros de hasta el 80 por ciento, mientras que los machos perdieron hasta el 50 por ciento de su sentido del olfato. También se observó que los abejorros silvestres tenían problemas de calor aún mayores que los animales utilizados comercialmente.
Incluso un período de regeneración posterior a temperaturas adecuadas no produjo una mejora inmediata: 24 horas después de las pruebas de calor, la mayoría de los ejemplares aún presentaban deficiencias.
Estudio de seguimiento en la planificación
El estudio confirma que la interacción entre insectos y plantas se ve fuertemente afectada por el cambio climático, por lo que las olas de calor juegan un papel clave en este aspecto. Estos hallazgos podrían resultar importantes para futuras iniciativas de conservación de especies.
Sabine Nooten afirma que ya se ha aprobado un proyecto de seguimiento basado en los resultados del estudio: “Ahora que hemos descubierto que las olas de calor afectan a los procesos fisiológicos de los abejorros para detectar el olor de las flores, nos centraremos en el aspecto conductual. Analizaremos cómo se ve afectado el comportamiento de búsqueda de alimento de los abejorros por las olas de calor experimentales”.
Publicación original
Sabine S. Nooten, Hanno Korten, Thomas Schmitt y Zsolt Kárpáti: El calor está presente: menor detección de olores florales después de las olas de calor en los abejorros. DOI: https://doi.org/10.1098/rspb.2024.0352
