La contaminación del agua debido a los incendios es una preocupación. El Ministerio de Medio Ambiente dice que está llevando a cabo un estudio de los equipos que requieren una intervención urgente.
El incendio quemó y dejó cenizas que, transportadas a las líneas de agua, suponen un peligro inminente para la salud. Ya se encuentra sobre el terreno un grupo de trabajo vinculado a los Ministerios de Medio Ambiente y Cohesión Territorial.
El estudio de los equipamientos que requieren una intervención urgente ya ha comenzado en los municipios de Albergaria-a-Velha, Águeda y Aveiro.
El viento y la lluvia hacen que la materia orgánica baje por las laderas. Las cenizas son transportadas a cursos de agua y luego a ríos y embalses. Un ciclo difícil de frenar que acaba repercutiendo en la salud.
Mantener el agua incontaminada es difícil, teniendo en cuenta que la superficie quemada desde el domingo pasado supera las 124 mil hectáreas.
